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Colaboración Especial de Observatorio Nearshoring
México se posiciona como un socio estratégico de Estados Unidos en la industria de semiconductores, gracias a su experiencia en la cadena de valor, la presencia de empresas líderes y una sólida formación en carreras STEM (relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Además, la reciente inclusión de México en el selecto grupo del Fondo Internacional de Seguridad Tecnológica e Innovación (ITSI) resalta el potencial significativo para expandir y fortalecer aún más la industria de semiconductores en el país, promoviendo la innovación y el desarrollo tecnológico.
La alianza reciente entre Estados Unidos y México, impulsada por la Ley CHIPS de 2022 a través del Fondo ITSI, representa un hito crucial para el futuro de la industria de semiconductores mexicana. Este acuerdo busca fortalecer la cadena de valor de los semiconductores, esencial para la manufactura de productos clave, y se basa en la cooperación existente bajo el Diálogo Económico de Alto Nivel bilateral y el proceso de la Cumbre de Líderes de América del Norte.
México ha consolidado su posición en la industria de semiconductores, participando activamente en cuatro de los cinco eslabones clave de la cadena de valor: diseño, fundición, manufactura, y empaque. En Guadalajara, no solo se centran en la manufactura y el empaque, sino que también se lleva a cabo el diseño de semiconductores, una etapa crítica que requiere alta especialización y conocimiento técnico. Empresas como NXP Semiconductors e Intel, que tienen operaciones significativas en la región, se benefician de esta amplia gama de capacidades y de la experiencia local en áreas como la cadena de suministro.
La ubicación estratégica de México y su sólida formación en carreras STEM posicionan al país como un líder en la OCDE y un semillero de talento para la industria de semiconductores. Con 1.7 millones de estudiantes en educación técnica y un 27% de graduados con educación superior especializados en STEM, México supera a naciones como Chile, Polonia, Francia, Estados Unidos y Costa Rica en estos campos.
Esta combinación de factores destaca la importancia de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en el desarrollo educativo y profesional del país. Al respecto, recientemente, Guo Zhihui, presidente de Topco Scientific, proveedor de la taiwanesa TSMC, mencionó que, debido a la falta de ingenieros calificados, la empresa planea trasladar su planta de Arizona a Texas o México. En este contexto, la colaboración con Estados Unidos en el marco del Fondo ITSI potenciará aún más estas capacidades, abriendo nuevas oportunidades para el desarrollo y la innovación en el sector.
Más aún, el reciente anuncio de Intel de una inversión de 8,500 millones de dólares con fondos del gobierno estadounidense para expandir su producción de semiconductores en una planta ubicada en Phoenix, Arizona, puede beneficiar indirectamente a México, especialmente al centro de diseño de Intel en Guadalajara. Con 1,700 colaboradores dedicados a crear nuevos prototipos de chips, se espera que aumente la demanda de ingeniería y diseño de procesadores de IA, generando un aumento en el capital humano requerido y las oportunidades de empleo en el sector tecnológico del país.
La colaboración entre los gobiernos de México y Estados Unidos permitirá identificar las ventajas, retos, brechas y oportunidades en la industria de semiconductores mexicana, ofreciendo propuestas de valor sólidas para atraer a fabricantes a expandir sus capacidades en territorio nacional. Esto se alinea con la estrategia del gobierno mexicano de convertir a los semiconductores en una palanca para el desarrollo de industrias clave como la automotriz, telecomunicaciones y aeroespacial, además del incremento exponencial esperado en la demanda de semiconductores por aplicaciones de IA.
Para consolidar esta estrategia, dentro de los alcances de esta colaboración con el ITSI Fund, es necesario mejorar los incentivos ofrecidos por México en comparación con los países competidores como Malasia, Taiwán, Corea del Sur, Vietnam, Israel y Japón. Así como superar a China que tiene una participación cada vez menor en el mercado de Estados Unidos.
Adicionalmente, para es importante abordar las preocupaciones de la industria sobre energía limpia, agua e infraestructura. La infraestructura existente cerca de la frontera y los polos de desarrollo de Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) pueden ser alternativas atractivas para profundizar en los procesos y subprocesos de la cadena de valor de los semiconductores. Una política industrial con definiciones claras, incentivos múltiples y condicionales, así como con objetivos y metas específicas, permitirá no solo incentivar, sino también mandar una señal a los inversionistas sobre las prioridades y compromisos del Gobierno de México con la industria, mejorar las condiciones de competitividad y ser un socio preferido.
En resumen, México está en una posición privilegiada para capitalizar las oportunidades en la industria de semiconductores, gracias a su experiencia, ubicación estratégica y capital humano. Sin duda, la estrecha colaboración con Estados Unidos como aliado estratégico no solo en crear resiliencia en las cadenas de suministro tradicionales, sino también en las cadenas de valor, serán fundamentales para el éxito de México en este sector en crecimiento. Se vienen tiempos todavía mejores.
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