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La constante revisión de las proyecciones económicas para México en los últimos dos años se ha convertido en una norma alarmante, marcada por ajustes significativos que indican una reducción notable en las expectativas de crecimiento. Recientemente, el Fondo Monetario Internacional recortó su pronóstico a solo un 2.4% para 2024, mientras que el Banco Mundial redujo su estimación a un aún más conservador 2.3%. A pesar de este panorama aparentemente sombrío, los últimos datos del INEGI ofrecen un giro inesperado: la economía mexicana está ganando impulso, con el IGAE registrando un robusto crecimiento del 4.4% en términos reales anualmente, el más alto desde octubre y una notable recuperación desde el 1.9% del mes anterior. Este repunte plantea interrogantes esenciales y urgentes sobre la persistente imprecisión en las proyecciones económicas y subraya la complejidad del entorno actual. ¿Por qué continúan fallando los pronósticos económicos con tanta regularidad?
Cambios estructurales en la economía mexicana
Por un lado, desde 2018 hemos visto un cambio en la política salarial con aumento muy significativo en los salarios mínimos y su crecimiento real, lo que se ha traducido en un aumento sostenido del poder adquisitivo. Esto, unido a un mercado laboral muy dinámico con niveles de desempleo en mínimos históricos, ha propiciado un crecimiento significativo de la masa salarial, convirtiendo al consumo privado en otro motor del crecimiento económico debido a su dinamismo en el otrora débil mercado interno. Las recientes inversiones anunciadas por Walmart, FEMSA, Coppel y Mercado Libre, entre otras, son un claro signo de la recuperación del consumo. Resulta sorprendente que no se hubiera anticipado anteriormente que las empresas ganarían más por el crecimiento del mercado que lo que perderían en costos por el aumento del mínimo.
Cambios estructurales economía global
Otra de las razones podría deberse a los cambios estructurales en la economía mundial desde la crisis del COVID de 2021. La reconfiguración de las cadenas de suministro ha presentado desafíos significativos para múltiples industrias, y los cambios en el mercado laboral han alterado la dinámica que permite pronosticar el crecimiento económico. En particular, en el caso de México, observamos también que el país está recibiendo flujos de inversión muy importantes asociados al Nearshoring, que generan un aumento notable en la capacidad productiva. Es suficiente con ver el crecimiento de la inversión fija bruta privada, así como la inversión en maquinaria y equipo que muestra niveles de crecimiento realmente sorprendentes.
En lo que respecta al sector externo, desde el segundo semestre del año pasado hemos notado un descenso en su dinamismo, impactando negativamente el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios. No obstante, al desglosar estos datos, emerge claramente la robustez del sector automotriz y de autopartes, junto con conexiones cada vez más fuertes tanto hacia adelante como hacia atrás con el resto de la economía. Esta observación nos impulsa a examinar más a fondo los cambios estructurales que están transformando la economía mexicana, particularmente en la cadena de suministro de autopartes y automóviles, que están expandiéndose notablemente en el contexto global de transición hacia vehículos eléctricos y híbridos. Por lo tanto, las fluctuaciones en el sector exportador están adquiriendo un papel cada vez más significativo en nuestra economía, a medida que México se posiciona como el principal proveedor de los Estados Unidos. Además, complicando aún más los pronósticos, hemos comenzado a detectar señales de recuperación en la economía estadounidense, evidenciadas por los índices ISM y PMI que señalan una reactivación en la industria manufacturera global. Los PMI de México reflejan una tendencia similar, y el índice del IMEF confirma una reactivación del crecimiento económico.
Evolución de Anuncios de Inversión vs. Inauguración de Plantas
En el Observatorio Nearshoring, los hechos hablan por sí mismos: el incremento en la formación bruta de capital fijo del sector privado es claramente impulsado por las inversiones vinculadas al nearshoring. La evidencia es irrefutable. El pasado verano, tan solo el 9% del total anunciado para inversiones en nearshoring se había materializado. Hoy, esa cifra ha escalado a un contundente 36%, con una tendencia al alza tanto en inauguraciones como en nuevos anuncios. Estos números no solo respaldan, sino que demandan reconocer el impacto decisivo del nearshoring en nuestra economía.
Esta situación subraya con urgencia la necesidad de abordar con humildad y rigor las estimaciones de crecimiento económico. Antes de emitir pronósticos con autoridad y sin un entendimiento pleno del complejo entorno actual, es esencial que realicemos una evaluación exhaustiva y reflexiva. Solo así podremos evitar la necesidad de revisiones constantes y asegurar predicciones más precisas y fundamentadas.
En el Observatorio Nearshoring realizamos estudios a partir de nuestra base de datos a nivel empresa con información detallada de los montos de inversión, industria, ubicación, generación de empleos, requerimientos de electricidad, entre otras muchas características. Por lo que podemos analizar el fenómeno con evidencia empírica y a partir de datos desagregados. Si estás interesado en conocer más sobre este tema y obtener datos detallados para tomar decisiones de inversión informadas, no dude en contactarnos.
Contacto: @NearshoringMEX